GESTIONAN ANTE LA UNESCO QUE SE DECLARE AL QUICHUA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
14.04.2015 12:58
Desde la Subsecretaría de Cultura de la provincia se trabaja para lograr que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declare Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad al Quichua, como también a las teleras de Tasigasta.
Así lo destacó ayer, en una entrevista con con un medio provincial, el subsecretario de Cultura, Jorge Rosemberg.
El funcionario puntualizó la importancia de las gestiones que se realizan desde el gobierno provincial ante la Unesco.
Santiago del Estero tiene en don Domingo Bravo y don Sixto Palavecino a dos conspicuos defensores del quichua, dialecto que se habla en los departamentos Figueroa, Robles, Sarmiento, San Martín, Silipica, Loreto, Atamisqui, Avellaneda, Salavina, Quebrachos, Mitre, Aguirre, Moreno, Brigadier Juan Felipe Ibarra y Taboada.
Teleras de Tasigasta
Rosenberg calificó de "ambicioso proyecto" a la gestión que realiza, ante la Unesco, el gobierno provincial, para lograr también que se las declaren Patrimonio Mundial e Inmaterial de la Humanidad a las teleras de Tasigasta.
"Está la posibilidad, muy cercana, como patrimonio vivo material de la humanidad a las teleras de Tasigasta. A esa categoría la tiene únicamente una población de México", resaltó.
Explicó que para conseguirlo, todo dependerá de la "inspección, evaluación y la decisión de la Unesco".
"Tenemos toda la esperanza porque son trabajos de alto valor estético y de alto valor tradicional y familiar", especificó.
"Uno no puede creer como gente que viviendo con tanta precariedad puede producir cosas tan bellas", precisó.
Remarcó que se están realizando las gestiones que corresponden. Adelantó que, próximamente, vendrán a Santiago especialistas de la Unesco.
Las mujeres realizan tejidos artesanales cuyas técnicas y diseños aprendieron de sus padres y abuelos.
El paraje Tasigasta es conocido por los pescadores que vienen de provincias vecinas.
Se encuentra a 2 kilómetros del río Dulce y se puede llegar hasta allí, desde Villa Atamisqui, por un camino de 7 kilómetros.
Viven en ese lugar 48 familias dedicadas a la cría de cabras y ovejas
Fuente: El Liberal